MALVINAS/30
- Nerea Olivares
- 15 dic 2016
- 2 Min. de lectura
El proyecto Malvinas30 fue ideado en 2011 y es considerado un de los primeros documentales interactivos que intentaron seguir una línea superadora parecida a la del Proyecto Walsh. Este proyecto está estructurado como una producción transmedia y un espacio digital situado tres décadas después del conflicto bélico sobre el que trata: La Guerra de Malvinas (1982), en las islas del Atlántico Sur, entre Argentina e Inglaterra. Este documental interactivo, se distribuyó a través de distintas plataformas digitales, con la intención de que el usuario conozca y reviva en su interior los acontecimiento de esta guerra.

El público al que va destinado este documental es un público joven, aquellos que no estuvieron presentes en dicha guerra y que lo único que conocen sobre ella son las pocas referencias históricas que existen en los libros actualmente. La idea es recrear el conflicto de manera tan verosímil que los consumidores sean capaces de introducirse en la historia y sentirse parte de ella. Malvinas30 lanzó fragmentos de audio y de vídeo de la guerra que fueron transmitidos por los medios de comunicación, 30 años después de los hechos reales.
El coordinador del proyecto, Álvaro Luizzi, ha querido proponer con él una manera nueva y alternativa de vincularse con el documental. Defiende que no tiene nada que ver el sentarse a ver una película testimonial con la posibilidad de ir mirando y conociendo, día a día, qué publicaban los medios de comunicación del momento, qué pensaban los soldados y los ciudadanos, cuál era la sensación y la visión sobre lo que estaba ocurriendo, etc. Lo que hace Luizzi es ampliar la perspectiva del espectador, entrevistando a excombatientes, periodistas, testigos, historiadores expertos en el tema... Con ello, ofrece la experiencia de convertirse en un hipotético soldado que cuenta su experiencia y recuerdos en primera persona para, así, involucrar más al usuario.
Otra característica novedosa del proyecto es que se habilitaron diferentes cuentas en varias redes sociales, como Twitter, Facebook o Youtube, entre otras, para poder narrar la historia desde distintos ángulos y perspectivas. Las redes sociales jugaron un papel fundamental en el proyecto, se utilizaron para narrar en tiempo real el conflicto, publicando voces en primera persona de sus protagonistas y generando participación e interactividad con los usuarios.
El proyecto Malvinas30 supuso, junto con el Proyecto Walsh, un desafío en el marco de las plataformas y producciones realizadas hasta el momento, haciendo comprender que es fundamental la variedad de fuentes y voces a la hora de realizar una creación audiovisual interactiva de este tipo.
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